Al llegar a Belém agarré un resfriado horrible que no se quitaba con ningún antigripal, hasta que caí en pánico y fui al Laboratorio Bio Ciencia en São Brás para descartar un posible covid 19. En la espera de los 40 minutos almorcé un plato delicioso en Bitita Bistrô Café que me salvó la fatiga con su pescada en crocante de almendras. Al recibir el negativo y muy congestionada fui a la Drogería donde me atendió una chica muy simpática donde en portugués le expliqué que tenía los oídos tapados y congestión nasal, donde me vendió varias cajas de vitaminas para sobrevivir mis días. Mientras iba mejorando pude recorrer la Estacao das Docas, que tiene un paseo peatonal muy interesante y restaurantes deliciosos e ideal para comprar recuerditos. Si bien Belém tiene muchos parques para visitar, entre el resfriado y la lluvia me quedaron muchos pendientes para conocer la onda de la ciudad y su corazón amazónico. Finalmente, me llevo de recuerdo la pulsera de Acai que funcionó como amuleto para recuperarme y poder volar al siguiente destino.
Fotos de Belém https://www.instagram.com/p/CeZm2hRJiTd/
