Nepal: El poder de la paz

Nepal: El poder de la paz

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Antes de visitar Nepal lo único que sabía era dos cosas: es el país que aloja la montaña más alta del planeta: el Monte Everest y el lugar que más practica el budismo en el mundo; y esto último me lo enseñó mi madre que, como buena académica de las religiones, siempre me enseñó la diversidad de creencias existentes en el planeta, y por esto, también le agradezco que despertara el interés de aventurarme a lo desconocido.

Su nombre oficial es República Federal Democrática de Nepal, se ubica en Asia del Sur, entre China y la India. Sus tierras acogen un patrimonio cultural y natural sin igual: se encuentra la Cordillera del Himalaya, un sitio perfecto para los amantes del senderismo y el montañismo, pero también acoge lugares tan fascinantes para los que aman conocer nuevas tradiciones entre templos, estupas y monasterios que son Patrimonio de la Humanidad.

Cómo viajar a Nepal

Planificar viajar a Nepal es un proceso bastante fácil ya que es un país muy visitado y muy atractivo para turistas que viajan cada año para escalar la cima del Monte Everest y por sus paisajes montañosos.

Puedes llegar por vuelos directos desde Singapur, Tailandia, Malasia, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, China, India, Turquía y Bangladesh, así que, de forma general tiene muy buena conectividad tanto en Asia este como oeste. Sin embargo, siempre está la opción de viajar por tierra desde la India o Tíbet (región autónoma de China), el viaje puede tardar unas 7-8 horas o, incluso, un poco más.

La mayoría de los visitantes provenientes de otros países necesitan visa para entrar, se puede obtener electrónicamente a través de la página web del gobierno o en el mismo aeropuerto. El proceso es bastante sencillo y hay tótems para ingresar los datos para el posterior pago; los precios varían de acuerdo a los días que pienses quedarte y la visa también es renovable en caso de que te excedas del límite inicial (los precios pueden ser desde 25 dólares por quince días hasta 120 dólares por un mes).

El ingreso es muy expedito ya que todo está señalizado en nepalí (idioma oficial) e inglés. Saliendo de migración hay locales que venden simcards, también encontrarás taxis, agencias turísticas e incluso cajeros automáticos para Visa y Mastercard.

Mi visita en Nepal

Después de estudiar varios alojamientos y algunas ciudades del país, decidí quedarme en Lazimpat, un barrio de Katmandú (conocida por ser la ciudad más poblada y con sitios verdaderamente interesantes). Me impresionó muchísimo la alta contaminación del ambiente y desorden vial de sus calles y avenidas; me hicieron sentir el aire más denso que en otros lugares.
Las causas de la contaminación son varias: al igual que Santiago de Chile (mi ciudad de origen), Katmandú se encuentra rodeado por un valle perteneciente a la Cordillera de los Himalayas, lo que hace que no exista mucha ventilación en la época del año que yo fui y eso sumado a las altas partículas de tierra suspendidas en el aire hacen una mala combinación (y créeme que es así, crecí en Santiago y no es para nada agradable). Además, se suma el tráfico de autos y motos. Pero aquí empezaba una nueva aventura de dos semanas y yo estaba emocionada por ello.
En cuanto a alojamientos hay muchísimos hoteles, hostales y Airbnb (plataforma de alojamiento). Yo me quedé en el centro de la ciudad, en la casa de Swikriti (nombre de mi anfitriona de Airbnb). Ella con su inglés perfecto y su carisma innato hizo que mientras pasaban los días me sintiera una nepalí más. Fue mi guía oficial de la ciudad y se dedicó a mostrarme los grandes atractivos de la ciudad ayudándome a no caer en faltas de respeto a la espiritualidad local. Fue perfecto.

Qué ver en Nepal

Ya sabemos que Nepal es el país del Monte Everest y una de sus religiones es el budismo, pero ¿qué más se puede ver en esta gran ciudad?

Aquí te traigo algunos de los sitios que conocí con mi amiga Swikriti durante mi gran e inolvidable viaje.

  • Swayambhunath o Templo de los Monos:

Nuestra primera parada fue en Swayambhunath o como algunos lo llaman “El Templo de los Monos” y no es que sea un templo dedicado a los monos, así que tranquilos; se le conoce así porque en todo el complejo hay una gran cantidad de monos deambulando y saltando por todos lados.

Es un importante lugar de peregrinación para los budistas de todo el mundo y es uno de los complejos con más fama en el mundo que, incluso, se cree que cualquier persona que visite el templo recibirá la iluminación. Su construcción data alrededor del año 450 d.C. y alberga varios santuarios, estatuas religiosas y estupas (templos que contiene reliquias) declarados en 1979 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La estupa principal es una gran cúpula blanca que se encuentra en la cima del valle de Katmandú (o valle Swayambhu) donde se puede observar los ojos de Buda. Además, esta edificación está rodeada por cuatro estupas más pequeñas que representan los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, fuego y aire. Dentro del templo principal hay una gran estatua de Buda que, de acuerdo a los locales, tiene más de 2500 años de antigüedad.

Si bien en este lugar hay una gran cantidad de turistas, se siente algo increíble cuando recorres sus pasillos y logras contemplar las infinitas banderas tibetanas que rodean la estupa, se siente un silencio muy especial y mucha paz que crea emociones que llegan hasta los huesos. Es difícil explicarlo, pero es muy único.

Swayambhunath o Templo de los Monos
  • Patan Durbar Square (Lalitpur):

Conocida en español como Plaza Durbar de Patán es una de las tres Durbar Squares (o Plazas de Durbar) ubicadas en el valle de Katmandú. Es Patrimonio de la UNESCO y un increíble lugar para recorrer templos típicos budistas e hinduistas.

Cualquiera podría preguntarse ¿cómo es que conviven templos de distintas religiones en un mismo lugar sagrado? Pues sí, lo están y es una de las cosas más llamativas que vi, no tengo claro si es así en otras regiones del país, pero al menos en su capital, es algo muy común.

Esta gran plaza que consta de 55 templos y 136 pasillos arquitectónicos se sitúa en Lalitpur (Patan) una de las ciudades budistas más antiguas del mundo que es conocida como la “Ciudad de los Tejados de Oro”. Es bien fácil perderse entre sus torres y pasar horas y horas recorriendo apreciando los detalles de la construcción de sus edificaciones de piedra.

Dentro de las edificaciones más importantes se encuentra el Templo Krishna Mandir construido por el rey Siddhi Narsingh Malla en 1637 y es de origen hindú, el Templo Vishwanath también conocido como Templo de Oro o “Golden Temple” gracias a su increíble cúpula dorada que está dedicada al dios Shiva, el Templo Bhimsen un templo hindú que data del siglo XVIII y, por último, el Templo Taleju Bhawani de origen hindú construido en 1564, una de sus particularidades es que se abre solo una vez al año para celebrar el festival religioso Dashain.

Patan Durbar Square
  • Ciudad de Bhaktapur:

Conocida por haber sido la capital del país para el siglo XII hasta el XV, actualmente la ciudad de Bhaktapur (ubicada a solo 13km de Katmandú) es famosa por ser centro de festivales y eventos. Es también conocida como “La Ciudad de los Devotos” o “La Joya Cultural de Nepal” gracias a la comunidad Nevarí (Newari) que impregna sus calles. Además, hay una alta oferta comercial de artesanía local a buenos precios (no pierdas la oportunidad de llevarte un lindo souvenir).

Dentro los templos más llamativos están La Plaza Dattatreya y La Plaza Taumadhi, donde se pueden ver en sus alrededores el Templo Nyatapola y el Templo Bhairabnath. Es, sin dudas, una visita obligada por sus impresionantes edificaciones y sus hermosos detalles tallados.

Bhaktapur

  • Estupa de Boudhanath:

Es uno de los templos principales para los budistas ya que alberga elementos personales de Buda y sus discípulos. Se encuentra ubicado a 10 kilómetros de la ciudad capital y forma parte del Patrimonio de la Humanidad declarado así por la UNESCO.

Se puede recorrer caminando en sentido del reloj y girando las ruedas de plegaria admirando los ojos de Buda que representan que ¨todo lo ve¨. Hay infinitas banderas tibetanas a su alrededor, personas rezando y comercio no bullicioso.

Esta parada para mí fue la más importante y por lejos la más intensa. A pesar de no practicar ninguna religión (aunque crecí en una familia católica) estando allí pude presenciar la paz del budismo y me hizo un click espiritual que nunca antes había sentido. Fue un momento muy lindo.

En ese momento entendí que la fe, la energía y el silencio son claves para la oración, sin importar el credo que profeses. Para mí, el recorrido por la Estupa de Boudhanath fue algo impresionante que marcó mi paso por Nepal.

Estupa de Boudhanath
  • Barrio de Thamel:

Luego de toda la espiritualidad llegamos al sector comercial y más conocido de Katmandú, Thamel, el sitio perfecto para socializar o simplemente recargar las energías en cualquiera de sus bares o restaurantes.

Este sector se caracteriza por la gran cantidad de hoteles, restaurantes, tiendas de souvenirs, cambios de dinero, agencias turísticas, cajeros automáticos y clubes nocturnos. Es atractiva por su iluminación nocturna y la diversidad del sector, además abundan taxis para movilizarse.

A pocos minutos de Thamel se pueden seguir conociendo sitios encantadores como el Jardín de los Sueños donde se pueden encontrar estanques, pérgolas, un anfiteatro y hermosos pabellones; y el antiguo Palacio Real.

Barrio Thamel
Jardín de los sueños

El poder de la paz

Finalmente, puedo resumir que mi estadía tuvo de todo: un poco de caos vial, espiritualidad, comercio y familia. Y digo esto último porque Swikriti y su familia me trataron como una más, me invitaron a compartir con ellos y disfrutar de las bondades de Katmandú.

Sin duda, Nepal es uno de los lugares que más me han gustado en esta vuelta al globo, y es que el poder de la paz es capaz de apagar cualquier sentimiento que nos esté inquietando, y eso es clave para continuar el camino.

Canción que me recuerda Katmandú. (Mineral Water – Bhim Bista)

Alojamiento de Swikriti (Airbnb)